Elaborado con leche de oveja pasterizada, al que durante la maduración se le incorpora Trufa negra (tuber melanosporum), junto con aceite de oliva virgen extra, tiene una maduración mínima de 6 meses, y con aspecto amarillo intenso con betas de trufa y aceite de oliva que aparecen en el interior.
Sabor y olor intenso y muy aromático, con gusto agradable al paladar con una presencia intensa del queso y de la trufa combinando a la perfección. Una de las mejores propiedades es su persistencia y durabilidad del sabor en boca. En su pasta presenta ojos tipo perdiz, pasta con color marfil y negro de la trufa.